MÓDULO 2: Julia Mayoral Márquez, una de las primeras alcaldesas de España.

 


 Julia Mayoral Márquez, una mujer avanzada a su época



Con Julia Mayoral nos encontramos ante una pionera en la política de nuestro país, convirtiéndose en una de las primeras ( si no la primera) alcaldesas de España, siendo referente para otras muchas.

También curso sus estudios de magisterio y trabajó de ello durante toda su vida laboral, aunque nos ocuparemos mas sobre su faceta de alcaldesa y los avances que supuso que lo fuese.

 Julia Mayoral Márquez, nació en Santa Amalia (Badajoz), en Extremadura nada más comenzar el siglo XX, en 1903, fue la primera alcaldesa que hubo en España. Estudió  primaria en su pueblo natal, y Magisterio en Badajoz, donde además preparó y aprobó las oposiciones en las que obtuvo una plaza en Alange,  de la que tomó posesión el 26 de enero de 1933. Siendo en el mencionado pueblo poco después en plena II Republica cuando fue nombrada primera alcaldesa de España. El periódico 'Heraldo Extremeño', informaba de la noticia en los términos siguientes: 

«Con motivo de haber sido elegida alcalde de Alange la cultísima maestra nacional, señorita Julia Mayoral, el gobernador civil de la provincia, señor Cenamor, fue a darle posesión, y al dirigir la palabra al pueblo, en las que elogió a la mujer extremeña y a la República, que ha concedido la intervención de la mujer en la política». 

 En la dictadura de Primo de Rivera otras  dos mujeres alcanzaron un puesto parecido, aunque no como alcaldesas, sino como asambleístas de la entonces Asamblea Nacional de alcaldes y concejales, por lo que podemos constatar que puede ser nuestra primera alcaldesa mujer española.

El nombramiento de Julia Mayoral como máxima responsable municipal, tuvo mucha polémica sobre la intervención de la mujer en la política, por ser aquella una época muy machista, en la que las mujeres aun no tenían reconocidos sus derechos al voto, ya que no hay que olvidar que la primera vez que pudieron votar las mujeres fueron en las elecciones generales celebradas en 1933.

 La prensa de entonces debatió el tema con mucha polémica; no por el nombramiento de Julia, que pronto supo granjearse la estima y la confianza del pueblo de Alange por su honradez y por ser una buena gobernanta; sino por la disputa entre partidarios y detractores del nombramiento de las mujeres para el cargo de alcaldesa. 

Los contrarios de que las mujeres pudieran ocupar puestos de alcalde argumentaban que las mujeres eran más sensibles, más emocionales por propia naturaleza, de manera que ello sería un obstáculo para que pudieran tomar las firmes y determinantes decisiones que el puesto requería. Por el contrario, los partidarios de que pudieran acceder al cargo argumentaban que a los hombres y mujeres se debía otorgar igualdad de derechos, para que ellas no resultaran discriminadas.

Julia Mayoral, ejerció su cargo con solvencia y eficacia. Tomando algunas medidas valientes, como fue, ordenar y conseguir que las tabernas se cerraran a las diez de la noche; hecho que no tuvo gran oposición por parte de los obreros, ya que al parecer estaban encantados con ella, porque trabajó sin descanso por resolver el problema del paro agrario que en Alange, como en toda Extremadura alcanzaba con una crueldad tremenda a los jornaleros del campo.

Julia,  representaba al sector de los funcionarios públicos y contaba con la simpatía de toda la población al conocer su comportamiento objetivo e imparcial en la enseñanza como una cuestión de Estado que es. En ambos ámbitos demostró su valía como mujer, que le hizo acreedora de un prestigio bastante grande. Su nombramiento decía haberlo recibido con mucho asombro, ya que confesaba que siempre se había mantenido al margen de la política y su dedicación estaba encaminada a la enseñanza; pero aceptó el nombramiento por sentido de la responsabilidad.

Terminada su etapa como alcaldesa en Alange y después de pasar por Villagonzalo, fue destinada a Mérida, gracias a una permuta que hizo con su madre, también maestra nacional,  que estaba destinada en dicha ciudad, en Mérida conoció Adrián Seguro, con el que contrajo matrimonio y tuvieron cuatro hijos. Julia falleció el veinte de marzo de 1983, a los ochenta años de edad, Fue una alcaldesa muy trabajadora y honesta que dejó huellas imborrables tanto en el aspecto político como en la enseñanza, donde se jubiló en el actual colegio Federico García Lorca.

La extremeña, supuso una primera piedra para las mujeres que vinieron detrás, luchando por la igualdad en una época tan lejana y en un mundo tan cerrado para los hombres. también cabe destacar que luchó por ello en un ámbito predominantemente rural, lo cual hacía incluso mas difícil la posibilidad de avance en este sentido, ya que la sociedad era mucho mas conservadora y cerrada a avances.

Sin mujeres como ella, no podríamos haber tenido o si quiera haber luchado por una sociedad igualitaria actual, ya que se arriesgó y promulgó sus valores de igualdad sin miedo y valientemente.


FUENTES:





Comentarios

Entradas populares de este blog

Presentación: Primera entrada curso igualdad.

MÓDULO 1: Desigualdad de género, OPCIÓN A